HÁBITOS, UNA RECOMPENSA O UNA CONDENA
Boerner, L. K. (13 de Febrero de 2022). c&en. Obtenido de c&en: https://cen.acs.org/synthesis/catalysis/metal-free-mistake-chemists-doomed-repeat-impurities-contamination-Suzuki-coupling/100/i6
HÁBITOS, UNA RECOMPENSA O UNA CONDENA
“Adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos no tiene poca importancia: tiene una importancia absoluta”
- Aristóteles
Cada día las personas toman decisiones que por su repetición se tornan en hábitos y que pueden estar relacionadas con la forma en que se piensa y se comporta frente a las situaciones del día a día, entre otros aspectos. Esto afecta positiva o negativamente las vidas diarias de las personas, por tal razón es importante que los jóvenes en Colombia adopten buenos hábitos e influencien a las nuevas generaciones para que los tomen y eliminen los malos en pro de su bienestar y de una sociedad más saludable. Con el propósito de desarrollar este tema, se hace necesario hablar de los mecanismos psicológicos en el desarrollo de los hábitos, las consecuencias de los malos hábitos llevados a cabo por las personas, los aspectos favorables en la adquisición de buenos hábitos, y sus repercusiones en los aspectos físico, afectivo, emocional y mental.
En este orden de ideas es pertinente encaminarse a encontrar el área de conocimiento que maneje este tema. Como resultado, la ciencia que estudia los mecanismos e implicaciones de la conducta o sea la psicología conductual tiene un enfoque sistemático para la comprensión del comportamiento humano y animal. El centro educativo Euroinnova, en este campo asumen que todos los comportamientos son reflejos y son producidos por una respuesta a ciertos estímulos en el ambiente, por un estado de motivación de la persona o por una consecuencia de la historia de ésta. En cuanto a la fisiología del sistema nervioso, según José Ignacio Azkue, experto en productividad y efectividad de las personas, “La materia gris siempre está buscando una forma de ahorrar esfuerzo y energía de tal manera que, al activarse un hábito, nuestro cerebro puede descansar más a menudo. El cerebro se vuelve más eficiente y nos permite dejar de pensar constantemente en muchas conductas básicas.”
Como se mencionaba al inicio, es importante tener en cuenta que, aunque muchos pensemos que la mayoría de las acciones que realizan las personas a diario son completamente racionales y consientes, la verdad es que gran parte de ellas son hábitos ya formados. Según Samuel Johnson, famoso poeta inglés del siglo XVIII: “Las cadenas del hábito son, generalmente, demasiado débiles para que las sintamos, sin embargo, a veces son demasiado fuertes para que podamos romperlas.” Esto quiere decir que, si se adoptan malos hábitos como fumar, tomar bebidas azucaradas entre otros, estas conductas no solo pueden afectar la salud de las personas, sino que a futuro resulta difícil salir de ellos. Cabe oponer a esto que, si se adoptan buenos hábitos como disfrutar de la buena literatura, practicar buenas conductas de higiene, conservar una buena calidad de sueño, mejoran la calidad de vida de forma continua y con “poco esfuerzo.”
Agregando a lo anterior, según indica la OMS: “La buena salud cerebral es un estado en el que cada individuo puede realizar sus propias habilidades y optimizar su funcionamiento cognitivo, emocional, psicológico y conductual para hacer frente a situaciones de la vida”. Esto se puede ver evidenciado en un estudio realizado por el neurocientífico Dr. David Bartrés-Faz, investigador del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona, el cual afirma que unos estilos de vida óptimos y buenos hábitos podrían reducir en un 30% el riesgo de sufrir demencia. Esto se hace más importante y necesario, sabiendo que el ritmo de vida actual está marcado por el estrés, la ansiedad derivada de un entorno amenazante y una mentalidad colectiva que invita a la insatisfacción constante que ponen en riesgo la salud cerebral. Teniendo en cuenta estas situaciones adversas, se dispone de una plasticidad cerebral con su recuperación permanente que se va dando a lo largo de la vida con la permanente adherencia a hábitos de vida saludables.
Profundizando en prácticas favorables respecto a los buenos hábitos se debe mencionar que el hábito de tocar un instrumento realiza una incidencia favorable a nivel cognitivo, estimulando el cerebro y activando las neuronas. Se han demostrado beneficios de la música en relación a la concentración, la atención, la memoria y el proceso de aprendizaje. Cabe mencionar que, además, la música presenta numerosos beneficios terapéuticos. Diferentes estudios como aquellos realizados por la OMS, reconocen a la musicoterapia como un tratamiento que aporta beneficio al binomio salud-enfermedad. Son muchos los investigadores que se interesan por los efectos de la música en el cerebro como los ya mencionados, dado que esta parece ser una herramienta muy reveladora en el funcionamiento interno del sistema nervioso.
Dentro de este marco de hábitos favorables no se puede omitir mencionar sobre los buenos hábitos de lectura de obras tanto de carácter clásico como de autores contemporáneos. Por ejemplo, una investigación realizada en España ha encontrado que el hábito de la lectura es un factor protector de deterioro cognitivo. Esta protección es más significativa en aquellos lectores frecuentes cuya historia de lectura supera los 5 años. Por otro lado, el reconocido psiquiatra Alejandro Koppmann Attoni, jefe de la Unidad de Psiquiatría de la Clínica Alemana de Santiago, refiere las múltiples ventajas para la salud de la conservación de los buenos hábitos de lectura. Entre ellos menciona que estimula las capacidades cognitivas, mantiene el cerebro activo, reduce el estrés, la angustia y la ansiedad, mejora el estado de ánimo, permite desarrollar empatía, aumenta el vocabulario de las personas y facilita las relaciones sociales entre otros. De lo anterior se puede concluir, que el fomento de la lectura podría ser una buena estrategia de prevención de enfermedades mentales para llevar una vida feliz y saludable.
Volviendo ahora la mirada hacia el contraste del pasado y la vida moderna, Angélica Bernal Linares, perteneciente al equipo de la oficina de Relaciones Externas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) resalta que, en la antigüedad, cuando se hablaba de calidad de vida, la expresión en ciertos casos se refería a tener una casa grande, tener vehículos, entre otros, pero a menudo se omitía la necesidad de tener aire limpio o agua potable permanentemente disponible. No se debe olvidar que el significado del hábito se relaciona con la palabra automatización, pero Bernal afirma que este fenómeno neurológico puede ser usado como una de las formas de conciencia social más importantes, aplicándose para fomentar el uso racional del agua y la energía, el reciclaje, el uso de transportes sostenibles, entre otras.
No solo los hábitos ya mencionados impactan la forma en la que se vive, sino que también los hábitos cotidianos como la buena alimentación causan una gran influencia en la salud física y mental de las personas. Entre estos hábitos, el consumo de fruta; una cantidad suficiente de verduras; disfrutar de una buena variedad en sabores, olores, formas y consistencias; el uso de productos integrales para cubrir las necesidades de fibra; recibir alimentos sanos tradicionales de cada cultura; se vuelven aspectos de la vida cotidiana con suma importancia. Con lo anterior, no se debe olvidar mantener el hábito de tomar el alimento en un ambiente agradable y de convivencia familiar. Estos buenos hábitos ayudan a mantenerse de buen peso, conservar la energía para el trabajo o el estudio, pueden reducir el riesgo de padecer pérdida de memoria y otros síntomas de deterioro cognitivo, como lo sugieren los trabajos realizados por los investigadores de los Centros para la prevención y control de enfermedades de los Estados Unidos (CDC).
Conviene ahora distinguir las consecuencias de los malos hábitos en la alimentación. Por ejemplo, muchas personas se nutren de manera indebida por el excesivo consumo de proteínas, grasas de origen animal, calorías y azúcares. Esto pueden incidir desfavorablemente en el bienestar, incrementando el riesgo de padecer enfermedades. Por este motivo, CinfaSalud, proyecto creado por la reconocida farmacéutica Cinfa Laboratories, afirma que algunas de las patologías más comunes en los países desarrollados, como los problemas cardiacos, la hipertensión arterial, la osteoporosis, la diabetes, la obesidad o los trastornos digestivos, pueden estar directamente vinculadas a los malos hábitos alimenticios y nutricionales de las personas. De la misma manera, en este escenario, es importante recordar sobre lo perjudicial de los hábitos de comer muy rápido, comer cuando no se tiene hambre, comer de pie, siempre comer postre o saltarse alguna de las comidas.
En el contexto del tema que se está desarrollando, desde el punto de vista psicológico, es necesario recalcar que no es adecuado tener hábitos como acentuar lo negativo, rumiar rencores, resentimientos y pensamientos nocivos. Esto no solo mantendrá a las personas en un estado de ánimo pesimista, sino que también estas conductas se han relacionado con el deterioro de la cognición y la memoria. A este punto se ha de agregar lo perjudicial de tener hábitos de sueño poco saludables. Según el Consejo Mundial sobre la Salud Cerebral, el sueño de calidad es crucial para una mente aguda y productiva. No menos importante es lo peligroso de subir demasiado el volumen de los auriculares: Si es malo para los oídos, podría ser malo para el cerebro. En un estudio llevado acabo con 639 adultos de 36 a 90 años, la pérdida auditiva leve se asoció con una probabilidad casi doble de demencia.
Después de un avance del tema, se hace necesario mencionar lo que otros autores definen como hábitos. Según Jiddu Krishnamurti, famoso filósofo y escritor de origen indio, “Por muy sutil, por inconsciente o consciente que sea un hábito, invariablemente oscurece la claridad de la mente.” De acuerdo a esta declaración que aparece en:”Urgency of Change: The Krishnamurti Podcast Episode 71,” los hábitos no permiten una completa realización cognitiva. En el hábito hay frecuentemente una parte de inconciencia, es decir, se dan conductas de las cuales las personas no se dan cuenta. De hecho, según este filósofo, cuando se intenta eliminar o resistirse a un hábito, éste se está alimentando debido a las ganas de volver a llevarlo a cabo, de tal manera la única forma de combatirlo es estando completamente consiente de las acciones que se realizan, lo que produce entender con claridad lo que este acto implica. Teniendo todo esto en cuenta, el autor previamente mencionado también afirma en su podcast que la única mente libre es la mente que siempre está atenta de lo que hace y piensa, ósea la mente que está libre de hábitos.
Para finalizar, es importante mencionar que los hábitos son una parte fundamental en la actividad de las personas. Estos pueden mejorar el estilo de vida al adoptar actitudes que pueden hacer más productivas a las personas o pueden mejorar la salud y el entorno en el que se vive. Adicionalmente, es de vital importancia identificar los hábitos y en caso de que se vean desfavorables, se adopten nuevas y mejores prácticas para que se eliminen. El cultivar buenos hábitos permite favorecer la salud y bienestar, por lo cual también es importante que las nuevas generaciones sean influenciadas para que desde jóvenes desarrollen buenos hábitos que favorezcan su estilo de vida y el de las personas que los rodean.
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